XVIII - Mayo 2008

Realizado el 20º viaje al Desierto del GAM con el siguiente resultado:

Fecha: del 26 de Abril al 3 de Mayo (PUENTE DE MAYO).

6 Vehículos TT:  4 Toyotas y 2 Opel Frontera.

13 Expedicionarios: 6 hombres y 8 mujeres.

Tiempo: excelente

Pinchazos y averías mecánicas: ninguna ¡Alhamdulillah!

Tormentas de arena: ninguna.

% de cumplimiento de rutas previstas: 130%

Valoración global: EXCELENTE


EXPEDICIONARIOS/AS 2008


1er Día.- Etapa de puro trámite con la ventaja añadida de tirar por la costa occidental, donde enlazamos inmediatamente con la autopista que nos dejó a unos 100 Km de nuestro destino por carretera normal. Agradable sorpresa en Kenifra donde el hotel de siempre estaba muy bien reformado con muchas mejoras.

Cenando en el reformado hotel Atlas Zayane de Kenifra


2º Día.- Salida por la mañana a las 9,00h con dirección hacia el Atlas. Otra agradable sorpresa fue que antes de Agoudal ya teníamos de nuevo pistas hasta las gargantas del Todra. Disfrutamos de los bonitos paisajes de montaña y visitamos los dos lagos. Llegada con luz de día al Todra donde pernoctamos.

Por las montañas del Atlas.

Tres imágenes de nuestra llegada al monolito

El equipo médico de la expedición

Dos imágenes de nuestro paso por los pueblos del Atlas

En el lago Tislit

Los hotelitos de las gargantas del Todra.


3er Día.- Salida desde el Todra rumbo a Erfoud donde teníamos alojamiento reservado para dos días en el Hotel Xaluca. Como nos pillaba de paso, hicimos una visita primero a Hamunaptra (Jebel Mdoura), las ruinas donde se rodó la película de La Momia. Llegada posterior al Hotel y disfrute de sus instalaciones. Nos dieron las 7 de la tarde en la piscina y decidimos adelantar el programa haciendo esa tarde el "Bucle Norte" (Erfoud-Hamada de Guir-Oasis Brahim-Erfoud) de las dunas previsto para el día siguiente. Etapa inédita para el GAM Senior, creíamos que era de dos horas y fueron de 4 con luz de día. Se nos hizo de noche en plena pista en una ruta desconocida.

Dada la proximidad a la frontera con Argelia, sobre las 23h nos paró un control militar armado. Amablemente nos dio instrucciones para el retorno a Erfoud por el sur. Gracias a la orientación por GPS conseguimos encontrar la ruta, tocando goudron sobre las 24h. Fue una etapa de navegación nocturna imprevista, con cierta tensión ambiental.


Hamunaptra, Jbel Mdoura al Oeste de Rissani.

Dos instantáneas en la piscina del Hotel.

De paseo con el dromedario por el Hotel.

Ambiente con trompetas y tambores.

El buque insignia del GAM a la sombra de las rayas.

Dromedarios salvajes en el "Bucle Norte".

Mirador de las cascadas de la Hamada du Guir, ya anocheciendo.


Cae el sol en pista.


Día 4º.- En la jornada de hoy teníamos previsto hacer el Bucle Norte, pero como lo hicimos el día anterior, nos quedó el día libre.

Aprovechamos para hacer una incursión en la gran duna, no incluida en el programa.

Fuimos a buscar a Omar, el guía que te indica los pasos a seguir entre dunas para llegar al Gran Oasis. Hubo que ir a buscarlo a Merzuga, lo cual retrasó toda nuestra salida bastante, iniciando la incursión a las dunas sobre las 14h en que ya apretaba el calor bastante y la arena estaba más blanda y difícil.

Desinflamos los neumáticos a 0,8 Bar y dejamos toda la carga en el hotel. Para algunos, era su primera incursión en la arena, quedando clavado al primer intento. Pronto se le pilló el truquillo y pudimos llegar al objetivo. Un precioso y grandioso oasis, con un pozo de agua casi helada que sirvió para refrescarnos. A uno de los fronteras le costó hasta el 7º intento su subida a una escarpada y larga cresta de arena, desde cuya loma se divisaba abajo el objetivo.

Retorno por la cara oeste de la gran duna y salida por el norte, y como entramos por la cara este y por el sur, al final hicimos toda la vuelta a la gran duna. Regreso al hotel para nueva sesión de piscina, cena y fiesta nocturna.

Magnífico desayuno bufet en el Xaluca.

Desinflando neumáticos antes de entrar en arena.

Solventando el primer atasco.

Segunda clavada.

La escarpada y larga cresta de arena a conquistar.

Una vista desde lo alto, con el gran oásis al fondo

Descansando al fresco en el Oasis Oubira.

Una pose para el recuerdo.

Ducha bereber en el Oasis Oubira.

Dos imágenes a la salida del gran oasis.

De fiesta por la noche en el hotel.


Día 5º.- Se acabaron los días de asueto y confort, ahora tocaba hacer las rutas más duras del viaje durante dos días consecutivos. La entrada en arena del día anterior fue un simple ensayo a 38ºC de lo que venía después.

Encarábamos la Ruta Indiana Jones, de navegación pura y dura durante toda la jornada. A la entrada en pista hicimos la parada de rigor para cumplir con el ritual: frotar arena del suelo con las manos y leer la oración del desierto, cosa de la que se encargó perfectamente Virginia, a través de la radio, para que todos la escucháramos.

Como única complicación, el Frontera rojo perdió el gas del aire acondicionado, así que ambos Fronteras iniciaban la ruta sin este apreciado apoyo.

La ruta en su primer tercio fue rápida y sin contratiempos, disfrutando de las extensas llanuras que se toman en este tramo. Pronto estuvimos en el paso en V de la cordillera (Oasis M'Harech) donde paramos a refrescarnos en su palmeral.

El segundo tramo pasamos por el único pueblo pero interminable que se toca en toda la jornada, Tafroute. A la salida del pueblo nos desviamos ligeramente hacia el norte, por lo que tuvimos que rodear una pequeña cordillera a nuestra izquierda que nos impedía el paso hacia el sur para buscar el punto estratégico marcado en el GPS. La bordeamos, anlcazando rumbo correcto posrteriormente. De nuevo pistas rapidísimas hasta el palmeral del control militar, donde paramos a comer y refrescarnos en el pozo allí existente. La temperatura exterior llegó a marcar los 41º, bien llevados por los pilotos de los fronteras que tenían que ir con los cristales abiertos adquiriendo un nuevo tono de piel debido al polvo; y sin ningún mérito por los ocupantes de los confortables y fresquitos Toyotas.

El último tramo también se hizo rápido, y sin contratiempos de pinchazos, averías o desvíos, llegando a Tagounite a buena hora para repostar, limpiar filtros y proveernos de pan, fruta y agua helada.

Enfilamos al vivac situado a 15 Kms en pleno desierto (Erg Lihoudi), alojándonos en el campamento de tiendas de nuestro amigo Alí.

Justo a tiempo cuando se fue el sol, ya estábamos instalándonos.

Grata sorpresa disponer de una botella de agua completamente congelada, que sirvió para tomarnos unos cubatas bien helados que supieron a gloria. Cena colesterólica en el vivac donde calentamos latas de callos, fabada, cocido madrileño, albóndigas y lacón con grelos. Noche de magnífica temperatura y sin la más mínima brisa, donde estuvimos danzando hasta altas horas de la madrugada.

Por las rápidas llanuras hacia el paso de la V.

En el palmeral de la V (Oasis M'Harech).

Tercera y última clavada inexplicable.

Reunidos en el vivac de Tagounite.

Comerciando con los bereber a la luz de la fogata.

Jons en el campamento de Tagounite.

El campamento por la mañana.

Paco y Rosa con nuestro anfitrión.

Trato comercial con los bereberes tranquilamente...sin prisas, tomando té.

Agnieska y Malgorzata dándose un paseo en dromedario.

1º plano de los dromedarios mirando atentamente al cameraman.


Día 6º.- Amanecimos en el vivac y Miguel nos preparó un magnifico café para todos de los que el sabe hacer.

El vivac estaba situado en el waypoint 92 de los 143 que componían todo el viaje por pistas y arena, incluyendo el paso del Atlas. Por delante nos quedaba la última etapa de travesía por el desierto hasta el último WP143 situado en Foum Zguid. A partir de aquí, todo el retorno sería ya por carretera.

En esta última etapa de travesía, el 40% final era un tramo nuevo e inédito para el GAM. Se trataba de buscar un paso hacia Foum Zguid que evitara la tediosa pista pedregosa e interminable que la conecta con el lago Iriki.

A la salida del vivac se encargó Mª Izabela Moskal de leer la oración del desierto para que en la ruta estuviésemos protegidos.

Inicialmente nos costó un poco coger el rumbo correcto, más que nada porque hacíamos caso a 3 GPS a la vez, pero pronto enfilamos correctamente y llegamos hasta el oasis sagrado, lugar de parada obligada para refrescarse en su manantial.

A continuación, pistas arenosas previas a las dunas de Cheggaga, que este año tenían menos arena que en pasadas ediciones, pero como no lo sabíamos, desinflamos las ruedas previamente. Parada en el lago Iriki para volver a inflar. En el lago seco nos azotó algunas rachas fuertes de viento que dificultaron la visión, pero que duraron muy poco sin llegar a considerarse tormentas de arena.

A partir de aquí había que enlazar con la meseta situada al sur de la montaña que conocemos como "La hamburguesa", para buscar el paso de los llamados "Dientes de Tiburón" que luego te conectan dirección norte con Foum Zguid.

Tuvimos una pérdida de orientación en la entrada a la meseta y una vez solventada entramos en pistas rapidísimas balizadas y preparadas para el Dakar de este año que lamentablemente no se celebró. Durante esta travesía la temperatura exterior llegó a marcar los 42º, pues habíamos descendido algo más hacia el sur.

Al amigo Alí en un momento de este tramo, le dio el siroco y pensó por su cuenta ahorrarse un par de waypoints, queriendo saltar del 130 al 133 donde dijo que nos esperaría. Al final se metió en un berenjenal y tuvimos que esperarlo en el WP 132 donde nos reunimos a la sombra de un buen árbol y al lado de una casa de campo que proporcionó agua de un pozo para refrescarnos. La odisea del amigo Alí salió bien, pero vino a demostar algo que ya sabemos todos, y es que en el desierto, la distancia más corta entre dos puntos no siempre es la línea recta, por eso se preparan a conciencia los waypoints y los tracks.

Impresión alucinante encontrarse de frente con la cordillera "dientes de tiburón" donde te encuentras una fila de montañitas inclinadas a izquierda y derecha en dirección convergente hacia el centro donde a su vez existen 4 picachos verticales por cuyo centro está el único paso y también control militar. Cumplimos con los datos de rigor y nos facilitaron el paso sin más problema. A partir de aquí, dirección norte directo a Foum Zguid en pistas rapidísimas.

Tocamos goudron a las 18,30h parándonos previamente para felicitarnos y abrazarnos por la feliz consecución de toda las etapas desérticas sin ningún problema.

Dada la hora de llegada, decidimos ganar terreno y seguir carretera hacia el norte para aproximarnos más a Marrakech, llegando a pernoctar en Ait Ben Haddou.

Una vez más, bajo bandera del GAM y protegidos por el "Espíritu del desierto" habíamos cumplido con todas las etapas previstas y otras no programadas, resultando un cumplimiento global del 130%.

Refrescándonos en el manantial del Oasis Sagrado.

Bajo la mirada curiosa de los lugareños.

Algunas rachas de viento formaban pequeños diablos de polvo en el Lago Iriki.

Por las rápidas pistas dakarianas de la meseta.

Una paradita en la pista dakariana a 41ºC al sol.

Una vista de frente/oblicua de los dientes centrales de tiburón.

Dientes de tiburón a nuestra derecha.

Dientes de tiburón a la nuestra izquierda.

Fin de las pistas.


Días 7º y 8º.- Desde Ait Ben Haddou a Marrakech fue un paseo por carretera de montaña. Algunos aprovecharon para comprar "piedras preciosas". Llegamos a tiempo para el almuerzo en un buen hotel. Tarde de piscina y visita nocturna a la plaza de Yamaa el Fna para cenar en ambiente y visitar las tiendas.

Al día siguiente salida por autopista hasta Ceuta sin incidencias.

Las piedras preciosas.

Amigo Alí en Yamaa el Fna.

Gran ambiente de cocina en el centro de la plaza.

Saboreando el delicioso cordero al vapor.

EPÍLOGO:

Un viaje de los mejores que se recuerdan del GAM, con un número de coches y expedicionarios ideal.

El grupo siempre cohesionado y llevándonos muy bien. Un tiempo muy favorable, sin tormentas de arena y con un poco de calor pero bien llevado y favorable para disfrutar de las piscinas.

Los que bajaban por 1ª vez han quedado enganchados en la magia del desierto.

Milagroso que con tantos km de pistas y arena, no hayamos tenido ningún pinchazo ni avería mecánica.

Hemos ido muy cargados de ropa y regalos para darlos por el camino y eso el desierto te lo devuelve de alguna manera.

Su Espíritu nos ha protegido extraordinariamente en esta edición.

¡ HASTA EL PRÓXIMO !

QEEDDNA

Dr. Jons.

La bandera del GAM después de los 3.087 Km recorridos.